Lo afrontaré todo con el
júbilo de ir viviéndote embriagado de estíos y de inviernos que se escapan de
la memoria.
Soy un hombre de retorno, de volver por los mismos cauces que me
conduzcan al escenario donde te encuentras y del que nunca te fuiste, y buscaré
la fuente, el lugar donde surge ese tiempo aún por descubrir; la vida
imaginable derramándose como cielo prometido, en la tierra sagrada de los
sueños que se abren en mil relámpagos. Y es que me doy cuenta que es efímero el
tiempo y se borran los pasajes y el color del recuerdo que te busca.
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