ME QUEDO DONDE TU TERMINAS…
Me quedo donde tú terminas,
en el umbral por donde se escapa
la esencia de nuestras horas,
la plenitud de aquellos días
de impaciencia con nuestros cuerpos
en los armoniosos amaneceres.
Sellar tus manos con las mías
hasta convertir el tacto en caricias
mientras regresamos a la emoción
del misterio profundo de los besos
perdidos en la intimidad de las bocas.