17 junio 2014

SU PROPIA DESNUDEZ


Fue allí, entre los símbolos marchitos de un tiempo, cuando la duda les fue susurrando al oído la segura deriva; y el aire adoptó el criterio de cegarlos agitando sus opacas alas de otoño. Se abstrajeron por aquella energía que aún parecía augurarles una cómoda envoltura invernal entre los silbos del viento. Y en esa desnudez sin preámbulos, intuyeron que el paisaje se había rendido al vacío.

De improviso llegó el desamparo, y se encontraron sin entorno en el que aferrar los sentimientos, entre una orfandad tangible de palabras y gestos. Y los fantasmas de la ausencia y el vacío se fueron instalando en su presente, en el aire que súbitamente se hizo inmóvil y denso en el paisaje en el que se encontraban.


En aquel ambiente enrarecido quedó un amargor espeso, sin la trasparencia que dan las palabras cuando se anegan las sienes entre el vértigo de la sangre. Fue entonces cuando intuyeron la derrota, ese tornado que devora todo horizonte, la mueca triste de la rabia que se esparce por las heridas. Eran los estigmas de su propia desnudez en el cristal empañado de la tarde.

09 junio 2014

EL NOMBRE DE TU NADA


Estabas con el viento y la lluvia
avanzando con las horas.
Y buscabas el aliento cálido
que te protegiera frente a las olas.

Eras el asombro y la verdad del mundo.

Nada verdadero supe de ti
entre tanta luz titubeante
ni nada que me dijera que
hubieras existido nunca,
en esos espacios donde el vértigo
guarda el fruto de los sentimientos.

Cuando llegue la luz de las auroras
todo será nuevo y escribiré
ese día de dudosa experiencia
el nombre de tu nada.