Hace tiempo que quiero decirte algo, pero no encuentro el
momento. Es como si la voluntad de
acercarme a ti se hubiese quedado varada detrás de la nostalgia, de los
recuerdos inmensos que se desbordan en el tiempo. Y ahora que la vida se
derrumba entre oquedades y sombras es cuando ansío hablar de las cosas
inacabadas sin anclar mis silencios en la espera perdurable del olvido, sin rencores en la piel de la conciencia.
No quiero aprender a olvidarte y perderme otra vez en el laberinto de la
duda que implacable me sigue. No quiero perder el soplo sereno de tu sonrisa,
ni la seda suave de tu mirada. Estoy buscando las palabras en el silencio de
las horas, y en mi memoria eres hoy el principio del camino, el final del
laberinto de la cobardía.
Voy a encontrar el momento de buscar el lugar en donde puse
tus caricias y descender las escaleras del tiempo, para buscar en tu ausencia lo
que de ti persigue mi esperanza, y ver si consigo hacerlo.
Esperando...
ResponderEliminar