INSTANTES
La luz revierte en los rincones
de su pelo, incandescente al verse revolando sobre la arena, mientras la pasión
de mirar soñaba el paisaje de su cara. Entornaba los ojos esperando que entrara
el mundo de su sueño, la eternidad del viento reflejada en su mirada.
Y el sol
de la ternura encaramándose en el fiel de la memoria. Allí, escondida, está
para siempre junto a la música de sus palabras la gracia inesperada, todo lo que inventamos con
múltiples pretextos y que fuimos reconquistando en
los umbrales de nuestras victorias.
Se desenreda su cabello rompiendo los
haces de luz que me cegaban como espejos. Y me sonríe sabiendo que así me
enamora.
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