ME HACE FALTA ABRAZARTE
Sin estar contigo,
me hace falta abrazarte.
No es que sea solo eso
lo que me falta de ti,
pero me hace falta abrazarte.
Sentir el espasmo breve del roce de tu cuerpo,
y el jardín invisible de tu tacto.
Introducirme en la prisión de tus pensamientos
y buscar bajo las brisas de ensueño
en donde escondes tu mundo.
Advertir el latido de tu sien en mi pecho
y el rocío de tus párpados mojando mi camisa;
y la fragancia que sube por los ecos de tu pelo
entre la seda suave de nuestro silencio.
Solo así sabré que no está agotada mi vida
ni que me he sumergido en el pozo
donde acaban los sueños,
o en la nostalgia desesperada del olvido
y en el crepúsculo de mi fracaso.
Me hace falta abrazarte
y respirar el aire que respiras;
y escuchar tus palabras,
que como mudas sombras
deambulan en el aire.
Y dejar vagar sobre ti mi inquieta ternura
mientras amordazas el grito de la nostalgia,
cuando te llenas de luz y palideces
y te tragas las palabras.
Me hace falta abrazarte
y que me sientas,
sin estar contigo.
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