18 septiembre 2015

EMPIEZA EL DIA


En el borde mismo de la noche
donde tantas veces te sueño,
desde esa orilla del mundo
que creamos cuando todo
parecía imposible entre los dos,
decidimos hacer realidad
lo imperceptible a los ojos ciegos.

Era tanto el amor, que rompimos
voluntades para seguir queriéndonos,
aunque estuviese contra nosotros
el tiempo, esa sombra fría que
te entra por el alma, como un soplo,
como una brisa que adormece.
¡Que sensación de lujuria al
recorrer tu cuerpo,
la infranqueable frontera entre
el pudor de su secreto y los
silencios de mis palabras!

Formas delicadas confundidas
en la tenue claridad que nacen
en el vacío del espacio, en el
habitáculo donde solíamos
encontrarnos a la luz de
sus ojos radiantes.

Andas solo hacia mi en la
oscuridad, con los tenues pasos
de la duda todavía, pero suenan
los ecos de tu sonido cuando te
acercas, con paso de crepúsculo
del día que empieza.